Lucas llega a la cabaña donde ha sido citado por Salazar para hacer la entrega de un paquete. Acompañado por Félix, Lucas sospecha que les han tendido una trampa y se preparan para defenderse contra un posible ataque, ya que no tienen escapatoria y permanecer dentro de la casa es la única oportunidad que tienen de salvarse. Mientras están allí, Félix intenta hacer ver a Lucas que secuestrar a Sara no es un comportamiento racional.

Lola ha conseguido que vayan a grabar un anuncio publicitario en el bar Los Cachis y todos quieren participar, pero el director del rodaje sólo tiene la intención de sacar a los más guapos y dejar fuera a Don Lorenzo, Paco, Mariano, Povedilla, Kike, Curtis y Rita, todos ellos emocionados ante la idea de aparecer en el spot. Povedilla escucha al director insultarles y decir que no tiene intención de sacarles, lo que hace que Don Lorenzo arremeta contra él, y Lola se enfada con su padre.

Mariano descubre la máquina de bailar que le compró Lucas, y en la que la banda de Salazar ha colocado una bomba. Mariano, ilusionado, no puede esperar estrenarla y se pone a bailar sin saber que si se para, la bomba estallará. Por otro lado, Silvia le deja claro a Pepa que sólo está interesada en los hombres, no en las mujeres.