Lucas confiesa que tiene miedo de que lo deje plantado ante el altar tal y como en su día hizo Aurora. Sol, enternecida, jura que jamás haría eso.

Ramiro empieza a interesarse por Rafaela. Emilia y Alfonso se van de viaje romántico mientras los demás prometen encargarse bien del negocio.

Hernando deja claro que esto es un acuerdo, no un matrimonio y no habrá nada más entre ellos que casta convivencia. La hermosa Camila no está a gusto con el rechazo de su marido pero, ¿qué puede hacer?

Mariana y Gracia compran la tienda y por fin pueden soñar de verdad con poner su negocio en marcha.