Pepa sorprende a Alberto por la espalda con un cuchillo. Sin embargo la joven prefiere que sea la justicia la que dé su merecido al médico.

Pepa llega a la Casona dispuesta a reencontrase con Tristán pero Francisca no está dispuesta a dejarle entrar. Sin embargo la joven consigue entrar en el dormitorio de Tristán y se funde en un apasionado beso. El joven y la partera hablan de Martín y de lo que podría ocurrir si Francisca se enterara de que Carlos Castro es hijo suyo.

Por su parte los Ulloa están de enhorabuena, ¡Raimundo puede ver! El padre de Sebastián y Emilia confiesa que desde hace días percibe sombras, luces y la forma de los objetos.

Además Francisca está dispuesta a todo con tal de que Soledad se entere del engaño de Juan y va a verla a su casa.

Pepa va a ver a Alberto y se encuentra a este convaleciente en el suelo: su pierna no está bien curada. Por ello el médico le pedirá ayuda pero la joven no está dispuesta a dársela.