La sorpresa por la recuperación de Fernando, motivo por el que había organizado la fiesta, se ve superada por la aparición de Gonzalo. Gonzalo y Fernando se enfrentan en público y dejan claro que lucharán a muerte por María y ella, ante la declaración pública de  enemistad,  se ve en la obligación de confesar a Emilia parte de los oprobios a que la sometió Fernando.

Olmo deja marchar a Cipriano. Parece que con quien va a ajustar cuentas es con Fernando. Pero cuando Olmo aborda a Fernando ni lo mata ni es su intención, al contrario, lo entiende y lo perdona. La reacción de Olmo es sorprendente: piensa dar a Fernando control sobre su fortuna.

María acorrala a Fernando acusándolo de lo que Cipriano no se ha atrevido a hacer en voz alta; organizó el asesinato de su padre en prisión para quedarse con su fortuna.

Rita explica a Isidro que no está embarazada. Aníbal ha caído enfermo, y esta vez es de verdad. Isidro comprueba que Aníbal está enfermo de verdad. La enfermedad vuelve a unir a la familia.

Fulgencio parece contrariado por la evolución de Francisca y pide a Jesusa que doble las sesiones.

Aurora se encuentra con Conrado e Isidro. Casi obligada, se sienta con ellos. Deja algo olvidado.