Los pastores llevan a Aníbal hasta la leprosería y se lo entregan a Doroteo, un enfermero que tratará de hacerse cargo de él. Aníbal sigue bajo el cuidado del desconocido al que lo han entregado los pastores. Despierta, asustado.

Gonzalo está intentando recordar quien lo salvó para intentar llegar a Fernando. No lo consigue. Olmo se interesa por la salud de Gonzalo más allá de lo que debería saber. Gonzalo empieza a atar cabos con Olmo. Reconoce sus botas.

Gonzalo pide a Alfonso y Emilia comprensión y perdón. Emilia se traga su orgullo e implora clemencia para María ante una inflexible Francisca.

Las presas hacen la vida imposible a María. Se aprovechan de su debilidad y ella sufre. Mariana intenta abrir los ojos de María y le aconseja que se haga respetar o no sobrevivirá.

Joaquina sigue por todo el pueblo a Gonzalo y cuando está con Aurora se les planta delante y les amenaza con un cuchillo.

Terence ha desaparecido y deja a Soledad sola ante Francisca, justo como ella no quiere estar.

Rosario echa el ojo a Nicolás en el pueblo cuando este le ayuda con la compra, piensa que alguien así para su hija estaría muy bien sin saber nada. Dolores le avisa de que Mariana ya tiene quien la pretenda.