Carmelo y Severo le piden a Raimundo que haga algo para que Francisca les diga el paradero de Sol y Candela. El de Ulloa se encarga de conseguirlo.

Tras la celebración, Dolores presume de boda y de nuera. Hipólito y Gracia están felices y encantados.

Don Anselmo va al obispado para terminar con la dualidad que le enfrenta a don Berengario. A su vuelta se detiene en la granja de Mariana y confiesa que trae malas noticias.

Alfonso prepara una cita para empezar a “reconquistar” a Emilia.

Rosario y Ramiro se van a su nueva casa.