Se descubre que fue Quintina quien mandó llamar a Nicolás. Él lo ha dejado todo pero vale la pena.

Jacinta le reprocha a Lesmes que haya intentado matar a Conrado, ya sabe que no debe tomar decisiones por su cuenta. Tras la bronca Jacinta engatusa a Lesmes imaginando un feliz futuro en común.

Mientras en el dispensario la pareja no encuentra la pitillera. Aurora cree que a Conrado lo mueven los celos. Cuando el médico vuelve dice que su hermana ha mejorado, pero no consigue obedecer a Jacinta, quien ha ordenado que mate a Aurora, se siente incapaz.

Emilia y Alfonso velan el sueño inquieto de su hija, se lamentan de lo ocurrido, se apoyan. Alfonso está hundido por no haber sido capaz de proteger a su familia. Raimundo, como respuesta, les ofrece todos sus ahorros y los anima. Son maravillosos. Saldrán adelante.

A Gonzalo se le ha ocurrido otra forma de buscar a Esperanza y para ello, pide ayuda. Con un tronco de dimensiones y peso parecido a su hija intentan averiguar el rumbo que siguió la niña. En el lugar donde se detiene el tronco, ven oculto entre las ramas, el faldón de Esperanza.

Los Buendía están dispuestos a todo. Investigarán por su cuenta y luego irán a la justicia y Alfonso ofrece su ayuda. Doroteo los está espiando.

Mauricio se ha enterado ya de que María está muy mala y que incluso se teme por su vida y Francisca se preocupa seriamente, no aguanta que María esté mal.

Bernarda no admite que su marido le pega, pero justifica que pudiera llegar a hacerlo.