Pepa se presenta en La Casona para formalizar la compra de las tierras de Francisca cuando se encuentra con Calvario, la hermana de Angustias quien hacen revivir unos momentos que quería olvidar... al fin y al cabo Angustias se quitó la vida cuando Tristán se enamoró de Pepa. El mismo efecto tendrá sobre Tristán y Francisca, a quienes el parecido de las hermanas les parecerá muy incómodo; ha venido para ver cómo vivió su hermana sus últimos días.

Hipólito quiere asaltar las diligencias cual bandolero para quitar a los ricos y dárselo a los pobres. Entre la broma y la seriedad, Hipólito entra en acción ante el estupor de la diligencia, ¿quién es este bufón armado?

Rosario sigue sin tener noticias de Juan y empieza a temer que los hombres de Olmo le hayan matado. Tanta desgracia hace mella en la mujer que sufre un desmayo. Soledad también sospecha de Olmo y le planta cara... ¿ha matado él a su marido?

Emilia descubre que Rosario no aprueba la boda de Alfonso y ella y tratará de ganarse la confianza de su suegra. Mientras Alfonso trata de poner paz entre Sebastián y Raimundo después de la última discusión que mantuvieron, algo que parece no sentarle muy bien al chico, ¿quién es él para meterse en sus cuitas familiares?

Mientras Francisca se enfrenta a otro drama, y es que tienen que aceptar vender tierras a Águeda para poder aliviar su situación económica. La humillación se multiplica cuando Águeda informa de su intención de que la compra se efectúe a nombre de Pepa. Francisca estalla, ¡por encima de mi cadáver!