Tristán sale en busca de Pepa ante la oposición de Francisca. Cuando llega se encuentra a Pepa tirada al lado de un acantilado, casi inconsciente. Desesperado la lleva a la Casona para que la doctora Casas pueda reconocerla.

Mientras, Gregoria le suministra unas gotas que le ayudaran a reposar mentalmente, pero cualquier exceso puede resultar fatal para la paciente. Francisca se aprovecha de la advertencia de la doctora y empieza a sobrepasarse con la dosis, le echa mucho más del límite marcado en el agua de la partera.

Por su parte, Pedro organiza un referéndum para ver si el pueblo apoya su idea de renovar la plaza, y de paso así poner una estatua suya. La respuesta de la mayoría fue negativa lo que frustra el gran sueño de Pedro de ser retratado en piedra.  Entre tanto, Dolores se sincera y le cuenta a Ramiro la infidelidad de Severiano con Emilia.

Y, para sorpresa de todos, Juan ha sido detenido por pelearse en la Puebla, por lo que estará encerrado un tiempo.