María viene a prohibir a Francisca que asista al bautizo. Está fuera de sí y la señora lo nota. María confiesa su rechazo a Francisca. Mariana comprueba lo rara que está su sobrina.

Gonzalo y Aurora reciben el aviso de que tienen que ir a atender una yegua herida. Aurora dará un calmante a María para que descanse bien. Cuando regresan agotados de atender a la yegua, encuentran a Rosario y Candela, maniatadas. ¡Ha sido Fernando!

Mientras, María duerme plácidamente: La cuna está vacía. Fernando se ha llevado la niña y ha dejado una nota en la que se convoca a Gonzalo en la Garganta del Diablo. Sale del Jaral hacia allí. Sin que nadie pueda evitarlo, Fernando se tira con la niña en la parte más escarpada del río.

"Lo único que quiero es contemplaros mientras veis morir al fruto de vuestro pecado"


Se ha derrumbado el techo del establo de casa de los Buendía; el optimismo no puede con este cúmulo de desgracias. Se propaga la nueva desgracia de los Buendía.

Conrado cree que Lesmes oculta algo y ellos atribuyen sus suspicacias a los celos sin saber lo mucho que el geólogo ha acertado. Lesmes se está enamorando de Aurora y Conrado se da cuenta.

Lewis se dirige a casa de Emilia pensando que ahí encontrará a su hermano tal y como el matrimonio había planeado en su intención de ayudar a Terence. Don Anselmo confirma que han despistado a Lewis. Terence huye a la par que Lewis se da cuenta, demasiado tarde, de que le han tendido una trampa.