Don Celso confiesa tras la insistencia de Doña Francisca que ha llegado a Puente Viejo para informar de un cambio de planes para Gonzalo: enviarlo a Roma, ya que considera que es un chico muy capacitado y no queire que pierda el tiempo en el pueblo.

Por su parte, Francisca Montenegro, decide vengarse de Raimundo y pide a Mauricio que difunda un rumor en el pueblo: Raimundo y Sebastián hicieron fortuna en las américas con malas artes, acusando a ambos de ejercer el esclavismo.

Soledad sigue recibiendo clases de piano, y cada día parece estar más contenta: Luis ha conseguido que recupere el placer por la música mediante unos ejercicios de relajación.

Mientras tanto, María, inmersa en la tristeza por el rechazo de Gonzalo, va a su busca para pedirle explicaciones. Gonzalo le explica que simplemente estaba equivocado y que elige a dios porque se debe a él. Sin embargo, su mirada habla por sí sola restando credibilidad a su palabras, y María no le cree. Pero el diácono sigue firme en su decisión y le confiesa que sus vidas se tienen que separar para siempre y olvidar lo que sienten ambos.

Olmo visita a Pía, y aunque ella se resista, finalmente acaba sucumbiendo a sus encantos y teminan acostándose.

Por último, Fernando no se riende con María, y aprovechando su debilidad por la negativa de Gonzalo, le pide que se case con él.