El Capitán Herrero se hace cargo de la montera, que parece indicar que María vio a su agresor aunque aún no lo recuerde.  Mientras, Fernando intenta evitar que el doctor Collado siga trabajando con María.

Raimundo se siente culpable de todo lo que ha sucedido con Sebastián. Don Anselmo anima a Raimundo a pedir audiencia a Francisca Montenegro, quizás si consigue hablar con ella, se libere de esa presión de la conciencia…

Luis se ha negado a ayudar a Soledad a morir, pero sigue queriendo marcharse. Mientras, ésta ha pedido ayuda a su madre con Olmo, no quiere que se interponga en su marcha. Francisca hace responsable a Fernando de cualquier cosa que Olmo intente contra Soledad y Luis, y así se asegura de que el chico ejercerá la presión necesaria para evitar que Olmo haga una locura.

María habla con Gonzalo de un plan que tiene en mente: quiere implicar a Candela para que les ayude con la vuelta de Aurora.

Hipólito ha decidido contratar a una agencia de detectives para encontrar a Quintina.

Fernando no sabe cómo deshacerse de la cruz. Se encuentra con Gonzalo y encuentra la inspiración. Fernando encuentra la oportunidad que buscaba antes de merendar con Gonzalo y María. Fernando aprovecha su oportunidad y deja el crucifijo entre las cosas de Gonzalo.