Olmo enseña a Soledad los caballos y alienta sus ganas de montar al más peligroso.

Pedro viene buscando a Severiano; Juan cree que se ha librado por esta vez. La sorpresa vendrá cuando se vea cómo Severiano no ha huido, todo lo contrario, ha dado cuentas de dónde se hallaba la noche en que la viuda murió; las cosas se ponen feas para Juan.

Sebastián pide a Tristán y a Francisca que mire los documentos que ha preparado; cree que la conservera aún tiene posibilidades. Tristán rechaza las “gestiones en la sombra” de Sebastián y discuten agriamente.

Alfonso, preocupado por la extrañeza con la que Emilia se maneja estos días, pone a Raimundo sobre aviso: cree que su hija está tramando algo. Raimundo es muy claro al respecto, Emilia tiene todo su respeto y no hay que precipitarse en el juicio. Esperarán pacientes a que llegue la diligencia. Y volverá, y se descubrirá por qué estaba tan misteriosa: Emilia está embarazada.

Pepa y Águeda empiezan a recuperar el tiempo perdido. Pepa le cuenta a su madre cómo fue su infancia junto a la Balmes. Más tarde Águeda verá a Tristán y a Gregoria hablando en la plaza del pueblo, no le gusta nada la actitud de los dos y pondrá sobre aviso a Pepa… Hay algo que tiene que contarle.