Tras encontrar a María hablando con Inés y convenciéndola de que tiene que abandonar la casona, Francisca decide echar de allí a su ahijada y pedirla que se vaya de su vida.

La aparición de Mauricio salva la vida de Bosco y se da cuenta que allí sucedía algo raro. Bernarda habla por teléfono con su interlocutor habitual, que le anuncia que viene a Puente Viejo.

A María le persigue su pasado y la madre de su compañera en el penal jura hacerle la vida imposible hasta que pague por la muerte de su hija.

Mauricio se entera de que Inés es sobrina de la confitera