Lesmes consigue salir airoso del aprieto en el que le ha metido Aurora esgrimiendo una excusa cualquiera. Y se pone al servicio de Aurora para encontrar a Evaristo Rovira y ambos se presentan en su casa. Evaristo recibe a Aurora y Lesmes y se queda petrificado cuando sale el nombre de Villar del Apóstol.

Francisca “evita” que Bernarda siga adelante en sus intenciones de suicidio, la mujer se halla en un más que preocupante estado de depresión.

Pasmo en Alfonso y don Anselmo por la no-marcha de Terence con Soledad. Terence toma fuerzas para afrontar su regreso a la Casona con la novedad de su no-marcha. Lo que le dice a Francisca deja a ésta, quizás por primera vez, sin palabras: le ha dejado marchar porque era lo único que haría feliz a su hija.

Pedro se muestra reacio a participar en el negocio de los impermeables enrollables que ha traído Quintina de la capital.

Gonzalo propone que bauticen cristianamente a Esperanza.

Candela ha caído en el desánimo y no parece que nada pueda ayudarle a levantar la moral.

Gonzalo quiere saber de los sentimientos y las intenciones de Conrado con respecto a Aurora y él admite que siente el amor más profundo que puede albergar nadie hacia Aurora.