En este capítulo, Francisca consigue un poco de tiempo para Emilia. Los caballeros no denunciarán todavía y Alfonso sigue buscando desesperadamente a su mujer. Las nuevas pistas lo llevan a la estación de Munia, donde descubre que Emilia está escondida en una casa abandonada del pueblo. Ella lo tiene claro: no piensa devolver al bebé.

Por otra parte, Dolores prohíbe a Mariana y Rosario participar en el Concurso de Tortillas puesto que ellas son profesionales.

Además, una mujer se pone de parto. Aurora cree que no hay tiempo para llevarla al médico y asume la responsabilidad de atender el parto a pesar del riesgo. Tristán "obliga" a Aurora a aceptar su ayuda y acaba naciendo el bebé. Pese a tratarse de un momento mágico, con todas las emociones a flor de piel, Aurora no se reconcilia con su padre.

Aníbal observa que Rita quema la carta de Isidro, aunque disimula y le jura que la quiere, que no sólo se casa por cumplir una promesa adquirida con su padre.

Gonzalo no se cree las buenas palabras de Fernando, que jura cuidar de su mujer con toda su alma. El ex-sacerdote cree que esto no es decir mucho sabiendo del color del alma de Fernando, y tampoco niega que sigue queriendo a María.