Aurora se marcha airada dejando plantados a sus dos pretendientes, que intuyen que el enfado de la chica es fundado y que le deben una disculpa. Conrado intenta hacer las paces con Aurora pero ésta no está ni muchísimo menos por la labor.

Las malas noticias que Nicolás ha recibido son que debe repetir el trabajo recién realizado… o al menos eso cuenta a Mariana, quien cuenta a Alfonso y Emilia sus suspicacias sobre la apresurada marcha de Nicolás.

Matías comienza a ser un alumno aplicado y a Raimundo se le ve feliz.

Severo y Carmelo ponen a prueba a las candidatas para ocupar el puesto de ama de llaves, pero ninguna de ellas les convence.

Dolores se lleva un chasco con Matías cuando intenta que cumpla una de las normas de “buena educación” que los Mirañar están promulgando por el pueblo en calidad de autoridad de Puente Viejo.

Alicia, la que fue prometida de Conrado, acecha a su hijo David al que había abandonado. El niño vive en casa de su tía con el resto de sus primos, y aunque es feliz, parece echar de menos a Aurora y Conrado.