El autobusero ha dejado a los chicos tirados en medio de la nada y aun así Prado no quiere que Matías la acompañe. Prado camina sola, alguien acecha... es Matías, que insiste en que se deje ayudar hasta que Prado acepta. Matías le propone ir con él a Puente Viejo, pero palidece al escuchar el apellido Castañeda.

Aurora renuncia a la beca. No puede dejar a su familia en una situación tan delicada y deja claro que pueden contar con ella, pues no piensa dar la espalda a Inés.

Francisca hace unos encargos extraños, parece dispuesta a vivir la vida a todo trapo, algo que no había hecho nunca antes. Hasta el servicio está sorprendido por su actitud. Mientras ellos comen caviar y brindan con champán. Raimundo participa, pero intuye que algo se le escapa.

Carmelo vuelve a sacar a Severo de apuros al comportarse con violencia en medio de una timba.

Pedro e Hipólito escriben juntos, entre risitas picaronas, como si fueran chiquillos, novelas picantonas.

Inés recuerda las amenazas de Amalia y se desespera, pero nadie acude en su ayuda. Inés ha cambiado. Se muestra tranquila y serena. Quiere ver a Don Anselmo. Necesita confesión.