Ha sido un sueño inquietante pero lo que resulta todavía más extraño es que Marcos soñó algo parecido la noche anterior. A juzgar por la descripción, un hombre calvo, con una cicatriz en el pómulo y una inquietante mirada, está claro que los dos han soñado con la misma persona, aunque ninguno de los dos le conoce de nada… ¿Quién es ese hombre?

Tras el derrumbe en los pasadizos, Hugo y Rebeca han quedado sepultados entre los escombros. Todos, incluido el Teniente Garrido, bajan rápidamente a ayudarles, pero el rescate es muy complicado. Martín se desespera y el Teniente le pide que abandone el rescate: con sus prisas y su nerviosismo, lo único que va a conseguir es provocar otro derrumbe.

Fermín se las ve y se las desea para apaciguar a Curro, el recién llegado a la sala de infectados, que insiste en que él no está enfermo y que quiere salir de allí. María  le ve a través del ojo de buey y recuerda su cara: le vio en el internado, el día de la explosión, y cree recordar que buscaba a una chica de bachillerato… ¿A quién? ¿Y por qué?.

Mientras tanto, Paula y Evelyn planean entrar en la sala. Han deducido, a raíz de una conversación que escuchan en la cocina, que la madre de Lucas está allí y pretenden comprobarlo.

A Elsa le ha desaparecido el joyero de su cuarto. También a los chicos les han desaparecido algunas cosas de las habitaciones y atan cabos rápidamente: horas antes Iván y Roque han sorprendido a Rubén saliendo de su habitación. Tiene que haber sido él, pero… ¿para qué?.