El capitán no puede creer lo que ven sus ojos: frente a ellos, fondeado a menos de media milla, hay un barco idéntico al Estrella Polar. Es muy extraño que el primer barco de gran eslora que encuentran después del cataclismo sea exactamente igual que el suyo. Más sospechoso aún es que también tenga nombre de estrella, no puede ser una casualidad. Intentan contactar con ellos pero no responden a sus señales, es probable que no haya ningún superviviente.

Julia insiste en ignorar la embarcación y seguir navegando rumbo suroeste para recuperar el rastro del pato, sólo Manolito puede conducirles hasta tierra firme. El capitán, sin embargo, cree que deben hacer una misión de reconocimiento. Si no hay nadie allí, al menos podrán aprovisionarse de comida, combustible y otros elementos de primera necesitada que están a punto de agotarse en el Estrella Polar. Además, no comprende la insistencia de la doctora, parece que, una vez más, sabe más de lo que asegura.

Finalmente emprenden la expedición. Cuando llegan al barco la imagen que encuentran es absolutamente desoladora. Todo está cubierto de sangre y hay restos de cuerda que indican que hubo varias personas retenidas a la fuerza.

Gamboa amenaza a Ulises con desvelar lo que sabe de su pasado. Ulises aprovecha la ausencia del profesor para meterse en su camarote a fisgonear pero Estela le pilla in fraganti. La joven no tardará ni un minuto en contárselo a Gamboa.

Vilma trata de luchar contra lo que siente por Palomares, que está empezando a convencerse de que su amor es correspondido. Piti, sin embargo, permanece ajeno al creciente acercamiento entre ambos.