Adriana y Mateo intentan acabar rápidamente con el foco de la enfermedad, pero mientras él cree que deben dar la alarma sanitaria siguiendo el prescriptivo protocolo de actuación, ella es partidaria de retrasarla hasta después de la visita de los Príncipes, pues ésta es de enorme importancia para el pueblo.

El pueblo celebra  un concurso de balcones decorados para decidir en qué calle se colocará la placa conmemorativa del a visita de los Príncipes de Asturias a San Martín. El concurso se tornará en una guerra sucia entre Don Alejandro y David, por una parte, y Sara y Trini, por otro, por conseguir la mejor ornamentación floral.

Alfredo recibe el encargo de preparar el dispositivo de seguridad en las calles del pueblo con motivo del a visita de los Príncipes. El jefe de Seguridad de la Casa Real le entrega el itinerario de Felipe y Letizia, que Alfredo guarda con el mayor celo para llevar a cabo la solemne misión que se le ha encomendado. Carol quiere hacerse con él a toda costa para conseguir una entrevista con la princesa de Asturias.

Encarna, supuestamente amnésica, ha venido a San Martín a recuperar el amor de Roberto. Roberto, muy agobiado, no sabe cómo hacerle entender que ha optado por ser cura. Ella no quiere darse cuenta de ese detalle. Roberto, muy agobiado, se plantea irse de San Martín.