Germán se entera de la estrategia que han pensado Álvaro y Martina para eludir los impuestos que el gobierno vincula al cultivo de tabaco. Este gesto por parte de su mujer y su hijo siembra la desconfianza en el patriarca de los Montoro.

Roberto, tras su encuentro privado con Sara, no se puede quitar de la cabeza a la inglesa. Pide consejo a Carmen, acerca de lo que hacer con sus sentimientos hacia la joven. Germán habla con Carmen del secreto que les une y, al recordar viejos tiempos, la pareja termina besándose.

Por fin tiene lugar el partido de fútbol, aunque el encuentro ni siquiera llega a producirse pues se organizan destrozos en la plaza por culpa de los balonazos. Pepe resuelve que el dinero que estaba en juego, se utilizará para reparar lo que han destrozado.