Sor Beatriz confiesa a Asunción que se ha escapado del convento y ha acudido en su busca para que regrese junto a ella a Burgos. Sin embargo, Asunción tiene claro que su sitio se encuentra en la posada, al cuidado de sus chicas, entre otras cosas de indeseables como Mendoza...al que Olmedo previene para que busque nuevos escopeteros, con el fin de acabar con los bandoleros definitivamente, a petición de Doña Leonor y Aníbal, que no quieren más problemas que pongan en peligro los planes de Golpe de Estado… del que Teresa termina enterándose, tras la confesión de Aníbal que no puede seguir mintiendo a la “Montoro”, si no quiere perder su amor.

Amor, que parece haber anidado en el corazón de Emilia Ribadesella por Álvaro Montoro, que lo único que desea de ella son las riquezas y el patrimonio que la señora atesora.