Sara, en las cuevas, no puede unirse a la celebración del éxito del robo al extranjero porque resulta ser su prometido. En el pueblo se produce el encuentro entre la pareja. Albert Richmond porta con él el testamento que Richard Thomas dejó para Sara, donde la inglesa descubrirá que sus verdaderas raíces son españolas.

Hasta Arazana ha llegado un nuevo forastero. Se trata de Antonio, un ingeniero de minas, que se encuentra por Andalucía realizando prospecciones del terreno. Un altercado en la taberna provocará que su primera noche en la localidad la pase en el calabozo.

Miguel ha quedado duramente herido, tras conocer la noticia de la llegada del prometido de Sara. El teniente reprocha a la inglesa jugar con sus sentimientos.

Álvaro propone a Juanito que le sirva como confidente para averiguar qué planes se traen entre manos los anarquistas de la zona. Juanito duda y su abuelo, sin conocer la verdad del asunto, le anima a que decida bajo sus propias ideas y con el corazón.

Germán, después de la noticia del anónimo, pretende acercarse a su hijo Roberto, que malinterpreta sus intenciones. Germán Montoro sólo puede comentar la situación con Carmen, que vive angustiada desde que conoce la noticia.