Sara tiene un encontronazo con Olmedo y Roberto, contento con el inminente traslado del teniente, le recuerda a Sara que él seguirá ahí, en el pueblo.

Miguel ultima los planes de la captura de Carranza. Es una operación al margen del capitán y Morales le consigue lo que necesita para tender una trampa al bandolero.

Miguel le cuenta a Sara su plan para capturar a Carranza y ella intenta hacer todo lo posible por avisar a los bandoleros.

Tomás y Roberto dejan a un lado sus diferencias y luchan juntos por recuperar un antiguo derecho de los jornaleros del cortijo de los Montoro.

Pepe, finalmente, es nombrado alcalde de Arazana. Pero, en el cargo, no es oro todo lo que reluce y empieza a tener problemas. Dos caballos de Álvaro Montoro aparecen muertos en las cuadras. Álvaro culpa a los jornaleros anarquistas y exige a Olmedo mano dura contra ellos, además decide contratar a Melgar para encargarse de la seguridad del cortijo.