Lucero está muy orgulloso del ópalo que ha regalado a Pilar, pero las cosas empiezan a irle mal. Garrincha, un nuevo bandolero que anda buscando a la banda del Chato, le asalta violentamente en la sierra.  La situación en la finca Garmendia es insostenible. Sofía no quiere retrasar más la lectura del testamento de Don Eusebio, y le pide a Andrés que le ayude. En la lectura, se descubre que el Garmendia había repartido su fortuna equitativamente entre Sofía y Pablo.