El atraco al banco se frustra gracias a la llegada de Morales y la intervención del Chato. Mendoza reconoce al Chato pero tiene que huir sin poder matarle. Sara, confundida, se sorprende al oír que el Chato ha robado el banco.

Mario ha quedado herido por defender a Adela durante el asalto. En el dispensario y a solas, la mujer agradece al joven su valentía, pero la llegada de Inés interrumpe ese íntimo momento.

Damián y Pepe deciden ocultar a Asunción que la posada es también un burdel, ya que temen que podría cerrar el local. Para ello Pepe tiene que echar a los clientes y pedir la colaboración de las chicas.

Entretanto, Eugenia está deshecha por la pérdida de su hijo y culpa a Roberto por esta desgracia.