Marcial, después de dudarlo mucho, decide aceptar la propuesta de Don Santiago Ramón y Cajal de trasladarse a Valencia a trabajar junto a él en sus investigaciones. Adela y él partirán al día siguiente a la ciudad del Turia.
Don Eusebio ejecuta con mano dura el cobro de un nuevo impuesto sobre las acequias. Un impuesto a todas luces injusto que provoca que el Espíritu de Carranza tenga que actuar.
Jairo todavía no ha tomado una decisión respecto a qué hacer con Jimena, ahora que sabe que es una bandolera.