Aprovechando el banquete en honor a Olmedo, se ejecuta el plan de fuga de Carranza, pero la cosa no sale tan limpia como Sara creía y se produce un sangriento tiroteo en la plaza del pueblo, haciendo que Morales caiga herido.

Don Germán y los caciques de la comarca ceden ante los jornaleros y aceptan sus reivindicaciones, lo que provoca el enfurecimiento de Álvaro y la alegría en la familia Pérez. Martina, además, comprueba que su marido no quiere que siga al frente de los negocios del tabaco.

Antonio Villa se obsesiona por poseer a su próxima presa, Sara Reeves.