Sara se muestra convencida de la culpabilidad de Melgar en el asesinato de su tío al comunicarle Miguel que el hombre que se declaró culpable de ese crimen, fue puesto en libertad.

Miguel, por su parte, se entera por Morales de los comentarios que Eugenia va arrojando por el pueblo acerca de su “relación”. El teniente decide hablar con la chica y frenar este incómodo asunto. Además, explica a Don Germán su teoría acerca de la falta de pruebas para incriminar a Tomás en la agresión sufrida por Álvaro.

El padre Damián dará al traste con el negocio de las postales pornográficas que se traen entre manos Morales y Rafalín.