Por su propia seguridad, Sara es encerrada en la posada para que no intervenga en la liberación de su tío. Pero la joven huye y acude al lugar del intercambio, para sorpresa de Miguel.

Álvaro enseña a Don Germán los panfletos anarquistas y éste reúne a los trabajadores para pedir explicaciones. Roberto se adelanta como responsable, pero Don Germán no toma represalias contra él, disgustando así a Álvaro.

Eugenia descubre a una amiga en Martina mientras le enseña el pueblo. La cubana, inteligentemente, va ganándose a los miembros de su nueva familia.

Después de vivir un secuestro, Richard decide que Arazana es un lugar demasiado peligroso y que él y Sara deben volver a Inglaterra cuanto antes. Sara escribe en su diario lo sucedido. Va a visitar a Miguel para preocuparse por su salud y se encuentra con Eugenia que está haciendo lo mismo. Los celos nacen en la inglesa.

Los Pérez están muy disgustados con Roberto pues creen que perderá el empleo en el cortijo. Además, Carmen descubre lo que Tomás hizo con los ahorros. Don Germán la tranquiliza, no va a despedir a su hijo.

Álvaro se siente ninguneado por su padre y lo comparte con Olmedo. Quiere que el capitán actúe contra los anarquistas, pero Olmedo está más preocupado por atrapar a Carranza. Don Germán piensa expandir sus negocios con una plantación de tabaco en sus tierras.

En la taberna, Pepe y Cosme se ríen de la muerte y del más allá delante del Padre Damián. Inmediatamente después, Pepe empieza a tener síntomas de agotamiento por el exceso de trabajo debido a la ausencia de Julieta.