Adolfo, a punto de morir a manos de Aníbal, apela a su código de militar para que no lo mate a sangre fría como si fuera un vulgar asesino. Finalmente, el capitán Ruiz perdona la vida al periodista. De otro lado, Patiño visita a Leonor y a Aníbal para comunicarles que se olviden del golpe de estado. Leonor, contrariada, intenta comprar el apoyo de Olmedo para seguir con sus planes golpistas a espaldas de Patiño.

Aníbal comunica a Teresa que tendrá que volver al cuartel, pero ésta le exige que mate antes a Leonor, porque sigue queriendo su herencia.
Alejandro libra a Jimena de las sospechas de Morales, explicándole que ese rifle Winchester es suyo. Morales cuenta lo sucedido a Sara y ésta encara a Jimena, pero termina perdonándola. De otro lado, crece la armonía entre Sara y Adolfo al contarle éste lo ocurrido con Aníbal, y su intención de seguir investigando.