Tensión porque Diego no ha dormido en su habitación; por fortuna pronto aparece para descubrirnos que Augusto y él estuvieron a punto de matarse; y así hubiera sido si no aparece Salustio Perales, propietario de la finca colindante con El Cigarral, quien está interesado en su compra. Augusto se niega a vender, pero tanto él como Diego investigan a Salustio y las posibilidades de la finca.

El caso de las adopciones ilegales está resuelto pero la acusación contra Gabriel se mantiene hasta que no logren relacionar a la trama corrupta con el asesinato del jardinero. Buscan nuevas líneas de investigación. Asunción admira a Gabriel porque está dispuesto a arriesgar su libertad y hasta su vida con tal de no mentir.

Ricardo trae a Luisita a Madrid para negociar su tutela. Marcelino se mantiene firme ante Ricardo, quien trata de amilanarlo amenazando con ir a juicio. Luisita deja claro a quién considera su papá.

Patricio y Florencio continúan comportándose como dos estúpidos en su duelo por los favores de Marina, quien termina cantándoles las cuarenta. Florencio se marcha.