Vicente instado por Emilia, pide perdón a su sobrino, con una gran despliegue actoral, por haber cambiado sus abogados. Se produce el primer encuentro entre Mauro e Inés, fuera de la comisaría. Hay agradecimientos mutuos, emotividad y un abrazo que es visto por Arturo. También, una sorprendente información para Inés; Vicente fue el que pidió a Braulio que subiera a la azotea para arreglarle la antena de televisión. Arturo confiesa a Inés que Carmen ya ha desaparecido de su vida y que su corazón no lo rompió ella, ya estaba roto antes de que Inés entrara en sus vidas.  Inés pide a Guillermo que la ayude a investigar los casos de los que apenas hay datos y ni eran rentables para el bufete, pero por alguna extraña razón, Arturo se encargó de ellos.

Vicente tiene que aguantar la exposición de Marcelino acerca de lo extraño que le resulta la caída mortal de Braulio. Alicia recrimina a Fernando que siga pretendiendo usar los mismos métodos de antaño. Pelayo y ella, quieren sacarle del país en cuanto esté curado y antes que alguien descubra que no está muerto. Pero él no se irá hasta vengarse de quien le traicionó. Fernando inicia una aproximación física pero Alicia le rechaza por tener las manos llenas  de sangre. Asunción pide a Bonilla que localice al padre de Héctor y el policía le comunica que se encuentra en el Asilo de las Hermanitas de los Pobres. Un baúl grande y pesado, es devuelto a Sabino quien al verlo reacciona con gran nerviosismo y provoca el aumento de las macabras elucubraciones de Roberta acerca de la desaparición del amante de la mujer de Sabino.