Vicente y Emilia están preocupados por si Inés o Arturo le comentan a Mauro que fue quien les retiró de su defensa. Pero Mauro no encontrará a ninguno de los dos en el bufete. Marina quiere agradecer las atenciones de Belén regalándole unas cajas de dulces; Belén y Manolita le hablan de las dificultades por las que pasa el ultramarino de la plaza: algunos productos que venden están en mal estado. Pelayo está preocupado porque quiere volver a oír la emisora clandestina pero para eso necesita comprar un transistor.

Manolita necesita el dinero para alquilar vestuario para una representación parroquial. Ella y Pelayo discuten por el contenido del bote de las propinas sin llegar a un acuerdo. Bonilla le explica a Héctor (y este a Asunción) que tiene problemas en Comisaría con el nuevo comisario (un antiguo social) que se siente perseguido. Héctor no quiere saber nada de su padre y aunque Asunción le comprende, Felisa no está de acuerdo. Mauro descubre que el televisor de su casa funcionaba bien y no era necesario que Braulio hubiese ido a arreglar su antena.