Méndez deja fuera del negocio de armas a Diego, porque acaba cediendo ante el “falso” chantaje de Augusto y Jero. Diego conoce a Amadeo, un joven pintor.

Marina, al saber que la cajita de Patricio es muy valiosa la vende y paga las deudas del hombre que, por su parte, está decidido a declararle su amor. Pero la caja, finalmente, resulta ser falsa.

Héctor se replantea inmiscuirse en el caso de Gabriel hasta que unos rateros hurgan en su casa y le hacen cambiar de parecer.Natalio, haciéndose el inocente, ante todos, presiona a Dorita para que pague las deudas de juego de su abuela Concha.