Ricardo comunica a Vicente y Emilia que Mauro pasará directamente a disposición judicial. Emilia se siente culpable por hacerle cargar con los asesinatos; Vicente en cambio, se emborracha eufórico y sufre una alucinación en la que, creyendo que han liberado a Mauro, lo mata con el atizador. Pía no da su brazo a torcer cuando Inés trata de hacerla recapacitar. Quiere quitárselo todo como venganza contra Arturo. Guillermo también intercede por ella inútilmente. Inés protesta por la nueva detención ante Martín y descubre que éste está detrás de la maniobra de Pía para cerrar el despacho. Martín le exige que le entregue los expedientes ocultos de su padre. Belén enseña a Raúl el hostal y se tranquiliza. Marcelino mete la pata y dice ente Raúl que Belén y Daniel son novios.