Juana quiere conseguir un certificado de defunción de la madre de Cristina para demostrarle a su hijo que su novia es una impostora y se está aprovechando de él.

La compañía de seguros va a llevar a cabo una investigación propia sobre el robo en las oficinas de la droguería. Jorge, atemorizado, busca una coartada.

Encarna está muy angustiada por Fortunato, que sigue huido y la policía le está buscando. El hombre al que dio el puñetazo está en el hospital en coma.

Pelayo intenta conseguir, con los envoltorios de las chocolatinas, el viaje a París para Manolita y Marcelino… y lo único que consigue es un dolor insoportable de estómago al comer tanto chocolate.