Víctor está a punto de morir a manos del inspector Ortega.

Juana requiere a Aquilino que boicotee el proyecto de su hija, pero él no está de acuerdo y se produce un tenso enfrentamiento entre ambos.

El estado de Bonilla, que ha resultado gravemente herido en el atentado perpetrado contra la DGS, angustia a Héctor y a Asun que sufren la impotencia de no poder hacer nada por él.

La felicidad de Laura es total, pues no solo está a punto de inaugurar su deseada tienda, sino que también está viendo como Julián, el hombre al que ama secretamente desde niña, está cada vez más cerca de ella. Sin embargo, a su hermano Ismael las cosas no le marchan tan bien.