Laura, durante la despedida con Víctor, es testigo de los disparos que un par de encapuchados realizan sobre él.

La policía se lleva detenido a Julián Madariaga, mientras Laura respira aliviada. Por fin podrá volver a gobernar Químicas Blasco a su manera, alejándose de su marido.

La ejecución de Juan ha dejado trastocada a Clara, pese a que su familia y Nicolás se vuelcan en ella para que rehaga su vida. Arratia le devuelve los objetos personales de Juan e indica que el funeral por el reo será al día siguiente.

Pelayo no quiere aceptar más chantajes de Sor Teresa, que demuestra su influencia y poder sobre María.