Diego ya tiene el millón de pesetas que le reclama Elena para hacerse con el material con el que podría destruir a Augusto, pero antes de nada, intenta aclarar las cosas con Valeria y ésta lo rechaza.

Román cree que ha hecho un examen desastroso y decide buscar trabajos extra para ganar más dinero, convencido de que nunca será entrenador. Sin embargo, y para su sorpresa, aprueba.

Dorita se siente culpable por la situación de Belén y se castiga dejando el hostal para volver al Pozo. Manolita se lo impide y organiza una rifa en la que Marcelino ofrecerá, muy a su pesar, su moto, que ya funciona.