El caso de Gabriel, cerrado por orden superior. El juez, castigado, la documentación requisada. Gabriel, ya liberado, se decide a proponer a Asunción verse a solas.

Elena ha sido convencida para ir a una reunión social para “recuperar la normalidad de su vida”. Conoce a Hilario, un psiquiatra puesto a propósito por Augusto. Pero el doctor asegura a la paciente que no está loca.

Los asturianos se preguntan qué ha sido de Pedro. Mientras que Pelayo reparte por el barrio participaciones del mismo número que le regaló Patricio. El número no toca pero descubren unas coordenadas escritas en el boleto y deciden investigar.

El padre Isidro se encargará de los planes de estudio y del reparto de profesores en la Academia. El padre no tarda en despertar recelos.