Augusto anuncia a su familia la llegada de Jero. Un viejo amigo con el que actualmente tiene negocios y por el que siente una debilidad especial. Jero se muestra amable y encantador con Valeria, pero para Pilar resulta un hombre un tanto perturbador.

Pelayo, harto de aguantar los desplantes de Alfredo, ha decidido tomar las riendas del bar  y ponerle firme. Al final será Marcelino quien se enfrentará Alfredo.

Los encontronazos entre Pilar y Amadeo se suceden. Ambos perciben al otro como alguien que el destino cruel interpone en su camino con el único propósito de molestarle.

Dorita se entera de que la oferta que le hacen por su chabola supera con creces el dinero que le ofrece Natalio y decide rechazar su oferta. Natalio le amenaza con quemar la chabola.