Eladio no quiere saber nada más de los chanchullos de Elías Roncero, que se reencuentra con Benigna.

Miguel reabre el Café Reyes, gracias a la intervención de don Cristóbal de Buruaga. Parrado, que ha sido trasladado de comisaría, se despide de Miguel.

Pelayo, animado por María y motivado por hacerse valer ante Emilia, decide colaborar con la revista parroquial, escribiendo algún relato. Además, Marcelino descubre que a su hija María, le gusta Ángel.