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CAPÍTULO 30 - “La herencia”

Todos siguen descolocados por la herencia de don Benjumea, especialmente Maritxu, aún le cuesta asimilar que es la nueva copropietaria de la clínica Híspalis, con todo lo que eso implica.

Ahora que su futuro parece estar en el sur, alejándose de nuevo de su hijo Iñaki, Maritxu tendrá que gestionar también el problema de su taberna: una grieta aparecida en el Kaia que amenaza con su cierre. La cuadrilla se teme lo peor: ¡quedarse sin su templo, sin su segunda casa!

Y es que la ertzaina Rosa Mari -madre de Peio- obliga a que un inspector certifique si la grieta supone un peligro para la estructura y por tanto habría que clausurar definitivamente el local.

Entre tanto, Carmen decide aprender euskera, sin saber que en esa misma academia está... José Mari, el peculiar cuñado de Koldo. Jozé llega al norte, en busca de los terrenos heredados de don Benjumea y Carmen decide acompañarlo en su búsqueda. Los dos terminan perdidos. Al no poder contactar con Carmen, Iñaki y la cuadrilla organizan una batida en el bosque bajo el mando de Rosa Mari.

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