"¡Me invitan a los European Awards 2018! #SatuWeekend", por Enfermera Saturada

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@ENFRMRASATURADA COMENTA EL CAPÍTULO 14 - TEMPORADA 4

"¡Me invitan a los European Awards 2018! #SatuWeekend", por Enfermera Saturada

"Vaya mañanita estoy teniendo en Las Flores. Entre ingresos, altas, pacientes que bajan a quirófano, otros que suben de endoscopias, acompañantes que me piden cambio para la máquina de tarjetas de la tele, los de farmacia que no acaban de enviarme el pedido y las muestras de laboratorio que andan más perdidas que Jozé en Donosti, me estoy volviendo loca. Claro que… venir a trabajar recién llegada de la “Gala de Premios European Award 2018 a la mejor dirección de clínicas privadas”, pues tampoco ayuda" Por @EnfrmraSaturada

¿Qué cómo me han invitado a mi al evento? Pues qué queréis que os diga, una que es influencer de lo sanitario jaja. En el mundo de Instagram hay quien triunfa subiendo fotos de platos de comida, otras que lo hacen subiendo imágenes de últimas tendencias en moda, gente que se convierte en influencer de bricolaje, y luego estoy yo, que me hice conocida subiendo fotos de venas, gasas y jeringas.

No creáis que ser influencer del mundo sanitario es gran chollo eh, me sigue costando llegar a fin de mes y paso media vida de clínica en clínica, con el currículum en la mano, buscando un contrato estable. Pero eso sí, saraos aquí la Satu no se pierde ninguno. No hay gala de premios sanitarios en la que yo no esté por allí poniéndome morada a mojitos y canapés. Vamos, con tal de cenar gratis, ¡cambio el turno como sea!.

El problema de la gala de anoche fue que… comer comer… no es que hubiese mucho dónde, se debieron gastar todo el presupuesto en el premio. Yo no se qué pasaba, pero allí había menos camareros que enfermeras en planta desde que empezaron los recortes. Que ya que vas a dar un premio de más de un millón de euros, pues no sé chico, aparta un poquito para el tema del catering y así quienes no nos llevamos nada, al menos salimos cenadas.

Lo que sí había por allí era muchas caras conocidas, alguna demasiado familiar como la de mi paisano Yago, el pediatra gallego de la Híspalis. Apenas pudimos hablar porque estaba muy nervioso, me presentó a una tal Mónica y me preguntó algo sobre si sabía si mi clínica había comprado al jurado. No me enteré muy bien, llevaba ya varios mojitos encima, hasta me pareció ver en ese momento al Ministro de Sanidad así que no os digo más.

Pero sin duda lo mejor de la noche fue ver cómo a Trini, mi ex jefa, no le dejaban entrar a la gala porque no estaba en lista. Como lo disfruté. No pude evitar mandar un vídeo al grupo de whatsapp de Las Flores, en el que se ve a Trini rogando a la directiva de la Híspalis que la colasen en el sarao. Todo por unos canapés y unos mojitos gratis… lo bajo que se puede llegar a caer.

Por cierto, que con todo este lío no os lo he contado. Al final el premio se lo llevó Carmen, la jefa de la Híspalis, que se lo dedicó a un tal Iñaki y al personal de su clínica. A mi no me quiso contratar cuando estaba más tiesa que un palo de gotero, pero oye, al menos ha sido un detalle que se acuerde de sus empleados al recibir el premio, que de mi ya no se acuerdan ni los ex novios.

Bueno, os dejo que ya véis que tengo mucho lío, y por si fuera poco ahora tengo que ir a poner dos sondas de orina y un supositorio. De verdad… así nunca llegaré a ser una influencer glamurosa. Eso sí, cuando quiera tener mi propio Satu-Weekend no tengo más que decírselo a mi supervisora, y me pondrá turno de noche el viernes y de mañana el domingo.

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