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Luis de Matos aparece en 1990 en un programa especial de Navidad en la televisión nacional portuguesa (RTP1) y poco a poco va interviniendo en varios programas de televisión, hasta que consigue el suyo propio, que dirige llevando a prestigiosos magos de renombre internacional. Su mayor logro llega en el año 1998 cuando es nombrado como Mago del Año por la misma Academia de Hollywood.

Luis de Matos realiza tanto magia de cerca, como manipulación, escapismo, mentalismo y grandes ilusiones, efectuando juegos tan espectaculares como la desaparición de un elefante o de un Ferrari. Además de tener un repertorio muy variado, destaca en él su puesta en escena, su claridad en los juegos y la espectacularidad de muchos de ellos (además de la belleza de sus partenaires).

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