La campaña de la Aceituna en la província de Córdoba ha sido mucho más floja que otros años. No sólo no hay trabajo para los inmigrantes, tampoco hay para los del mismo pueblo. Según los jornaleros, un 80% menos de producción se traduce en un 80% menos de salarios.

Ante esta falta de trabajo, los jornaleros no llegan al mínimo de 20 días de trabajo para cobrar las peonadas. ¿Qué pasa entonces?, pues que se compran y venden jornadas de forma ilegal. Rubén, uno de tantos jornaleros, ha reconocido a Espejo público que ha tenido que comprar peonadas. "He tenido que comprar 10, aunque yo las trabajé, pero no me las apuntaron".

Según nos relata este jornalero, el proceso es muy sencillo. Él cobra en negro unos jornales, "unos 350 euros", que no se le apuntan en la cartilla. Como no llega a las 20 peonadas mínimas, compra 10 jornadas a razón de 20 euros, con lo que le queda limpio 150 euros. Con ellos ya llega al mínimo y puede cobrar el subsidio de 489 euros durante seis meses.

Estos jornaleros aseguran que no pueden dar la cara porque sino "nos quedamos en nuestra casa". Carlota, la mujer de uno de los jornaleros, ha reconocido a Espejo Público que ha comprado peonadas "es que tengo que comer", asegura.