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CRISIS ECONÓMICA

La tasa de morosidad en las hipotecas sube hasta el 6,5 por ciento

Hasta hace un año más o menos, España podía presumir de ser uno de los países más cumplidores en el pago de las hipotecas. Pero el paro de larga duración ha acabado con esa buena etiqueta. En sólo un año, entre 2012 y 2013, lo que se les debe a los bancos por las hipotecas se ha disparado un 42 por ciento.

No hay trabajo, no hay ingresos y es imposible pagar la hipoteca. Es la situación que viven miles de familias españolas y ha hecho que la tasa de morosidad en los créditos para la compra de viviendas pase del 4,5% en 2012 al 6.5% en el 2013.

Así que a los bancos les deben 24.450 millones de euros, un saldo de impagos que sube un 42%, lo nunca visto en todos los años de crisis. Según el País, mucha de esta morosidad procede de la refinanciación de créditos que se llevó a cabo en 2008 y 2009. Es decir, clientes que hasta entonces habían sido buenos pagadores y a los que les afectó la crisis, solicitaron entonces al banco una manera más cómoda para pagar su deuda. Con el tiempo, esos clientes, siguen sin encontrar trabajo, no han podido hacer frente al crédito y se han quedado sin piso. 2,13 millones de personas apuntadas en la listas del paro no perciben ningún tipo de ayuda.

El Banco de España exigió a mediados de 2013 un reclasificación de esos créditos refinanciados y así han aflorado datos tan sorprendentes como que, en el Santander los morosos hipotecarios han crecido un 152% o que el Sabadell es el que más morosidad acumula en proporción a su cartera, con una subida del 51%. Además, los expertos creen que en 2014 la cosa irá a peor y que el saldo de impago puede alcanzar en diciembre los 35.000 millones de euros.

Y con este panorama cae la venta de viviendas. En 2013 se compraron poco más de 300.000, un 17,4% menos que en 2012. Pero, el ministerio de Fomento quiere ver el vaso medio lleno y augura, a pesar de estos datos, el inicio de un cambio de tendencia. La explicación estaría en que a finales de 2012 muchos apuraron su compra de casa para evitar el fin de las desgravaciones en el IRPF y la subida del IVA correspondiente. Si no fuera por eso, asegura Fomento, los resultados de 2013, habrían sido similares a los del año anterior.

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