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NIÑOS ROBADOS

Sor María controlaba todo lo que ocurría en las adopciones

Ha sido a única religiosa imputada en el robo de bebes. Sor María Gomez Valbuena trabajaba en la clínica Santa Cristina donde controlaba todo lo referente a las adopciones, legales o no.

El nombre de Sor María Gómez Valbuena está relacionado con decenas de casos de presuntos robos de bebés. Sor María trabajaba como asistente social en la clínica de Santa Cristina en Madrid. Una maternidad a la que acudían muchas mujeres muy jóvenes, solteras y necesitadas. Sor María, hermana de la Caridad, las presionaba para que dieran a sus hijos en adopción. Utilizaba medios poco ortodoxos. La ley permitía que las madres tuvieran seis meses para retarctarse y recuperar a sus hijos, pero esa no era la ley de Sor María.

Santa Cristina funcionaba además como escuela de matronas. Sor María controlaba todo lo que ocurría en la clínica. Su obsesión eran aquellas madres que ella consideraba ideales para dar, de buena o mala gana, a sus hijas en adopción. "Nos dio orden de que cuando llegara alguna madre soltera lo apuntaramos en una agenda", dice una enfermera que trabajó con ella.

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